Los problemas de obesidad y sobrepeso se
presentan a diario. Una persona es considerada saludable si su indice de masa
corporal (IMC) está entre 18.5 y 24.9.
Cuando el IMC está sobre los 30, la persona
es considerada obesa, y comienzan a aparecer problemas como niveles altos de
colesterol, diabetes, apnea del sueño, problemas cardíacos, cáncer, entre
otros.
A continuación mostramos las consecuencias
creadas por la obesidad:
Problemas cardíacos: Una de las principales
causas de muerte a nivel mundial son los ataques al corazón. La presión alta es
un problema muy común entre los obesos, y es una de las principales causas de
los ataques cardíacos. Además, la angina y los triglicéridos (grasa en la
sangre) son causadas por el sobrepeso.
Cáncer: El cáncer es otra de las
principales causas de muerte en el mundo, y varios tipos de cáncer están
asociados con el sobrepeso y la obesidad.
Osteoartritis: Este es un problema que
comúnmente aparece en las articulaciones de la cadera, las rodillas y la parte
inferior de la espalda. Mientras más peso tengamos, más peso agregamos a las
articulaciones, y es aquí cuando empieza el dolor.
Cálculo biliar: Los cálculos o piedras en
la vejiga son usualmente generados por el alto colesterol y provocan dolores en
la espalda y el abdomen.
Diabetes: Las probabilidades de
desarrollar diabetes tipo II para una persona obesa son del doble en
comparación con las personas no obesas. Este tipo de diabetes disminuye la
habilidad del cuerpo de controlar el nivel de azúcar en la sangre. Una vez que
se desarrolla diabetes es muy poco probable, sino imposible, curarse
completamente de este problema. La diabetes también puede llevar a otros
problemas serios de salud como la ceguera, derrame cerebral, enfermedades del corazón
y problemas del hígado, entre otros.
Apnea del sueño: Los pacientes que
enfrentan este cuadro dejan de respirar por cortos períodos de tiempo, lo cual
puede generar fallas cardíacas y cansancio durante el día.
Derrame cerebral: La arteriosclerosis o la
obstrucción de las arterias, es provocada por la formación de coágulos de
sangre, los cuales conllevan a los derrames cerebrales. A la obesidad se le
asocia frecuentemente con alimentos de alto contenido de grasa, con la presión
sanguínea alta y con la falta de ejercicio, todos estos, factores que aumentan
la posibilidad de desarrollar arteriosclerosis.
Incontinencia: Es la incapacidad de
controlar la vejiga. El sobrepeso ejerce presión sobre la vejiga, causando un
goteo urinario cuando se toce, se estornuda, se ríe o se levantan objetos de
cierto peso.
Coágulos de sangre: Son comunes en los
obesos y se presentan principalmente en las piernas. Eventualmente se pueden
mover hacia otras partes del cuerpo, como los pulmones, lo cual puede provocar
una embolia pulmonar.
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